sábado, enero 29, 2005

Hagan un lugar, dejenme entrar en ese pequeño ghetto donde los gigantes no pasan por la puerta, donde la enorme mentira no puede ingresar ni un miserable dedo. Por favor, necesito ese pequeñísimo lugar a salvo del juicio universal. No soporto tanta falacia real, tanta verdad de bajo presupuesto, a corto plazo, con tristes pasatiempos de inventos para seguir el circo. No quiero domadores. No quiero ser un león en la ciudad.

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