martes, diciembre 12, 2006

¡Extra! ¡Extra!

Ah... el sol.
Creo que conozco el sol, ¿saben?
Es como un tobogán al revés, hasta que te vas.
Después tenés frío.
Después no ves nada.
Después, ay de vos si no te abrazan.
Pero es tan lindo estar ahí... no les voy a mentir.
Que todo lo triste que escribo es porque algún bien extraordinario me hizo ¿no?
Y todos los días que nos queden podemos usarlos para gambetear torturas, sombras y vudúes.
Mechaditos con amor, nuestro amor.
Y si explotamos... que nos junten del charco y nos metan al horno.

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