miércoles, marzo 28, 2007

Estamos rodeados de ángeles que por no rebelarse, someten al paraíso. Tienen las alas compradas (tristeza del ser que pretende ser más de lo que es).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siento la brisa acariciando mis alas cuando te espío desde el jardín de los recuerdos.
Mimetizada a un arcoiris en flor, fruto de mi esencia arropada de amor.
El revoloteo de felicidad de las que sueñan en mi panza me eleva, incitándome al ferviente y tierno deseo de posarme eternamente en cada pétalo de tu cuerpo.

Hay sólo una realidad que no podemos compartir:
A ellas, la vida les consta de un día.
A mí, un día a tu lado me hace vivir.