Estas acrobacias anarquistas en el circo de los sistemas son el método más efectivo para resistirle al todo que quiere ubicarnos en su seno para andar consumiendo ilusiones más tranquilamente por ahí.
No hay que ceder ni dejarse caer. El delito de abandonar ahora sería imperdonable.
Los que hacen mella en la libertad han de saber que su sombra nos guiña el ojo cada vez que se dan vuelta.
¿no sienten un tibio aliento en sus espaldas?
... sólo tarda un rato más.
"No hay motivo realmente, excepto el orgullo y la vanidad del menudo insecto que es el hombre, que espera picar al león y escapar del zarpazo." R. B.
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