Un diluvio de fichas llueve en el playón de mi cabeza.
¿Preferís escapar del ladrón o del policía?
Si tuvieras que elegir: ¿una culpa en la cabeza o una chapa en el corazón?
A veces esta estúpida razón se hace amiga, y deja entrever refilones de verdades que están ocultas al grueso de las gentes.
El pecado de esposar es mucho más grande que cualquier moneda ausente en mi bolsillo.
1 comentario:
que aguante que el momento Okupas haya sido con usted =)
sobre todo de esa forma.
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