martes, marzo 20, 2007

Infiernos paradisíacos.

¿Viste esos lugares donde el aire es denso?
Pesa más que uno mismo, hay olorcito a infierno.
O por lo menos es una buena sede
donde se sacian berretines de puro rocanrol.

Bajando esa escalera, subiendo alguna otra
total ya no sabemos para dónde corrió dios
y el de moño nunca se aleja demasiado
de los que sueñan con su cola en un rincón.

Y antes era el dolor de saberme saltarín
de poner pies al abismo inevitable del sufrir.
Pero cuando el sol alumbra, evapora su dolor
las tinieblas ya no existen, sólo goza el corazón.




"La buena felicidad... dicen que no se nota."

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