Si no cuido el horizonte
algo se puede quebrar
pues muy frágil es el cielo
y mis ojos lo son más.
Estoy tan lejos del mar
(incluso lejos del bar)
pero me incendio de amores
sin calendarios-cadenas.
Voy extraviando corduras
descifrando cerraduras
untándome las alturas
en este par de alas ciegas
y cada sendero renueva
los deseos, las miradas
que se pegan en las pieles
de los perennes amantes.
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