lunes, abril 26, 2004

Creo que sigo cayendo por el mismo pozo de siempre... no veo el fondo, y ahora ni siquiera puedo divisar la luz del agujero por donde "entré". Es demasiado abstracta esta caída indefinida, rauda y asesina. Y no sólo porque su final no esté a la vista, sino que también hay algo macabro en la oscuridad, en el aire afilado que recorre mi piel y mis oidos, en el espesor cada vez más concreto del ambiente continuo, como si estuviese bajando por la garganta de un ser monstruosamente enorme. Y, mientras tanto, una voz interior me susurra al oido que está perdida dentro mío ¿qué hacer cuando la paradójica realidad acude corriendo para que le demos una solución?

No hay comentarios.: