domingo, febrero 11, 2007

Ad eternum Carnival.

Atrincheremonos en ese baile desarticulado.
La guerrilla que defiende con uñas y dientes su alegría.
Percusiones (¿latidos con las manos?) nos endulzan el instinto y engrasan nuestra sonrisa.
Perdamos las vergüenzas, las tristezas, las dudas.
Que el agua y la espuma laven todas nuestras heridas.
Bombardeemos de colores el escote de la vida que amenaza con desteñirse.
La energía que circula es reevolución.
No hay arma como la alegría para combatir en cualquier páramo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

LA BELLEZA SOLO PUEDE GENERAR MÁS BELLEZA, POR ESO... NO ESPERABA MENOS DE UD.