No se puede escapar de las verdades apagando el televisor ni subiendo los vidrios polarizados.
Tu miedo es el miedo de todos. Pero lo que todos saben y vos no, es que el miedo no acepta sobornos. O, mejor: los acepta y te encana igual.
Y el desequilibrio que tu burbuja sin miedos genera, deriva en nuestro más profundo horror: la jaula.
Maldito karma de los desposeídos, que nunca tendrán su peso en oro para equilibrar la balanza de la justicia a su favor.
Pero ustedes seguirán vivando la diferencia.
1 comentario:
al que se lo educo diciendo
"porteto bien, o mira que sino... te dejo libre..."
ese ve la jaula y llora...
de felicidad!
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