lunes, abril 04, 2011

Andoanalítico II.

No soporto la idea de causar tristeza en los que quiero (como si no fuera suficiente con las que vienen intrínsecas en la vida). Sin embargo, por momentos siento que no puedo dar un paso sin pisar a alguien, que el tiempo se me escapa inexorablemente y no hay forma de esparcirlo de modo que sea capaz de cubrir todo lo que las pretensiones reclaman (ni siquiera las mías). Porque el tiempo es mi gran némesis hoy, cuando quiero ser y ya no haber sido ni seré, harto bastante del confortable "quizás" y su oasis ilusorio: ese mero espejismo que sólo sirve para enterrarte más aún en los abismos del desierto. Quiero encender el Hoy con otro entusiasmo, quiero incendiar los días pero con pasión, no con el monótono eufemismo de la eterna víspera de un lentísimo milagro en espiral.
He de ser, le pese a quién le pese, para que no lastre mis alas el plúmbeo tiempo.

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