jueves, abril 07, 2011

Lapso.

La tarde pasa lenta
(tortuga sin motivo)
y se ahueca lo real
sin esencia, sin fin.

Una canción nueva
busca en las neuronas
lo que no da el día
de luces deshechas.

Llamando a las ganas
con bengalas viejas
en un océano antiguo
ya sin aguas ni algas,
ni la soledad siquiera.


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