domingo, abril 17, 2011

Diluvio.

Es oro la ciudad
distanciándonos
en sus caldos grises
de tormenta ingenua.

Hay calles que se inundan
hay sueños que rebalsan
hay búsquedas distintas...

Hoy busco una trinchera
que aguante lo que antaño
solía comprendernos
y encuentro algún residuo
que deja sinsabores
al nuevo idealismo.

Pero veo más de cerca
y me choco con anhelos
de antiguos elementos
entonces ¿qué soy yo?
una lluvia atormentada
que se deja desplomar
sobre el mundo desértico
o el viento inesperado
capaz de ir hamacando
los mundos oscilantes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guacho!
Tenemos que hacer alguna che.
¿Estás en semana santa, o sos de los que se toman el buque?
Sacando el miércoles a la noche, está todo bien con las noches.