miércoles, abril 27, 2011

Extrañitis.

Pienso en la distancia y aprieto los puños, y los párpados, buscando hacerla polvo, queriendo ya no verla, creyendo que así dejará de estar entre nosotros. Pero es un mérito inútil, porque ella sigue ahí, donde nunca debió estar, separando nuestras sombras con su abismo, dejándonos sólo palabras al oído y un sinfín de recuerdos por exprimir, para extrañarte un poco menos (o, quizás, un poco más).

No hay comentarios.: